Después de la implantación de las clínicas y los métodos anticonceptivos, el siguiente paso fue la generalización de la denominada “educación sexual” en las escuelas, la que en realidad es antieducativa y contraria al sexo, pues lo único que enseñan es toda la gama de farmacopea de contraceptivos y abortivos existentes en el mercado. Así, “en su plan quinquenal para 1976-1980,